Hoy es

Diosa de mis sueños


... de Google
       Si no me hubiese entregado a ti a ciegas, cómo me sentiría ahora; llevaría a cuestas las pesadas cadenas de mi corazón por haber dejado pasar aquel día de neblinosos azules, cuando el mar batía sus vigorosas velas, tan ardientes como el fuego de mi corazón.

       Aquella tarde hubo un fuerte vendaval que arrastró mi alma hasta los cielos; y allí estabas tú, esperándome envuelta entre blancos algodones de luz: intocable y muy lejos de mis deseos. Pero yo, con mi ser aún en tinieblas, quise comprobar a qué saben los besos de una diosa.

       Y cómo no podía alcanzarte, te dibujé con mis dedos en el aire; te apresé con mis pensamientos y te traje hasta mis labios, abrazándote con mis rojos sentimientos antes de que te esfumases para siempre. Tuve mucha suerte, pues nunca más te he vuelto a ver. Por eso hoy, mientras libo mis silenciosas horas, me pregunto:

       ¿Llegaste a existir realmente, o fue nada más que una fantasía de poeta? ¿Pueden de alguna manera hacerse realidad nuestras sueños?

       Ha pasado mucho tiempo, y ya no pienso en nada, sólo siento; y en ese sentir tan hondo, todas mis dudas se han disipado; estoy completamente seguro de que tú existes y existirás siempre en lo más profundo de mi ser. ¿No es eso acaso una forma de realidad?