Hoy es

Niños

... de La Red

El alma cayó torcida en sus cuerpos,
lastre de pies desnudos,
torpe la órbita que les erró el destino.


Sin bálsamo que cubra el hambre,
un cristal de tristeza cruje en sus ojos.
Casi con nada
prenden la luna risueña de los labios.



Con un grito sordo alargan los dedos,
la vida se juega entre agua y arroz.
Cuánto de tanto nuestro
nunca entrará en sus bocas.



Lluvia ácida nuestra crisis del lujo
y esta ceguera voluntaria.
Grito justicia y grito reparto.



Y no, no cierres más los ojos