Hoy es

Lecho de mármol

... propiedad del autor

Tú, lengua de espinas
tú, ojos apagados e inertes
tú, piel escamada,
eres tú, ser maléfico,
tormento de los días
y sufrimiento entre añoranzas.
Sigues ahí, sentada,
sobre tu lecho de esparto
sobre tu ansiedad continua.
Voy buscando tu desencuentro,
tu caramelo infantil
que algún día tuviste
y que perdiste en tu adolescencia.

No creo que recuperes la alegría
no creo que llegues donde propones,
creo que eres viento pasado
y espinas de un ayer tardío.
Ahora, estando cerca de ti,
solo pienso en tu amargura,
en tu memoria perdida
en los pasos, que no diste.
Tú, solo tú,
otra vez, en el rincón
piensas y sufres,
esperando el lecho de mármol.