Hoy es

El Espejo



...de Google
          Sentado frente a ese cristal que tanto relumbra, veo sin embargo pasar una sombra imperceptible delante de mí. Me abruma su negra presencia, y a la vez me espanta pensar que me vigile desde ese translúcido baluarte, tras el cual pareciera esconderse la propia muerte.
         Suelo pararme a menudo ante él, para matar mis ratos de aburrimiento, que son muchos; pues en esta hora de mi vejez el tiempo sobra y se expande y se pavonea, haciéndose dueño de todo el espacio del que dispongo. Y como yo no soy sino un reflejo de mi mismo, algunas veces sin contenido que percibir, acabo por convertirme en el apático transitar del propio Tiempo: ¡qué aburrido carnaval, sin fiesta de carnaval! -me digo-.
            Además, quisiera haceros partícipe de mi impotencia por librarme de la compañía de tal Espejo, por más que lo intente. Tanto es así, que últimamente incluso se atreve a hablarme, aunque yo no le pregunte nada; y creedme: nunca, por más ocioso que esté, deseo conversar con él, aunque a veces su insistente monólogo acabe por colmar mi paciencia. Le oigo decir, por ejemplo:
            --¿Estás triste, verdad? ¡Qué insoportable es la vida del anciano! Sin nadie con quién hablar; solo y abandonado de la diosa Fortuna. Porque dime si no: "¿qué tal andas de salud, viejo?"
            --¡Calla ya, maldito azogue! ¡Déjame en paz! -le contesto enfurecido-. Aunque demasiado sé que todo cuanto diga es inútil.
            Es pertinaz el reflejo de este pequeño yo que parece morar dentro de mí, como si de mí mismo se tratase. Y luego, está también el sempiterno dios Tiempo: ¡tan continuo en mi consciencia...! Todo parece conformar una inevitable encrucijada: unas veces el atiborramiento de las imágenes y palabras encadenadas, y otras, por el contrario, esa inmensa y seca llanura sin un sólo árbol que contemplar. Qué debo elegir, si es qué puedo -me pregunto-. Y pasan las horas muertas y acabo por dormirme en el sofá que a menudo ocupo: nada encomiable, por supuesto.
            Y al cabo de un buen rato, cuando parece que he descansado un poco y me despierto recuperado... ¿Quién creéis que reaparece ante mí?