Hoy es

Zarpe

Parábola del sueño
de
Rodolfo Herrera Tapia



Zarpó la tarde en la penumbra,
el puerto se empavesó desde sus naves.
Volcanes de luz, los faros parpadean.
Vuelve el amor a su tristeza,
vuelve el llanto a su cubil de vino.
Buscan las manos
la pasarela de una esperanza trunca,
el beso busca, trastabillando en sobras,
la ruta que lo lleve al rictus de unos labios.
Luces
se desplazan lentamente; custodiando el horizonte.
Luces... sólo luces
ancladas al nivel del deseo, a la altura de la espuma.
Zarpó la tarde hacia la noche,
a derrochar destino al centro de la mar.
La rivera encendida es un juicio nocturno,
el faro sin memoria cuenta y cuenta las horas.
Puerto, puerto,
cada día de ti zarpa una tarde;
cuando arribe la mía que tenga que abordar,
hazla esperar un poco... un poco más,
para llamar mis versos a esta orilla
y decirles adiós...

Rodolfo Herrera Tapia
autor del poema que forma parte del libro arriba
reseñado en su apartado SENTIMIENTOS.
Es socio de colaboración de EnR