Reconocido por acogimiento
e imponderable amistad derramada
en Madrid, Valencia y Vilamarxant.
Llegado en primavera al brocal de la palabra.
De veras el amor de los amigos:
Iris
desplomado tras la lluvia
pintando voces por las calles.
Empapado de viajes y cariños,
en castizos decires enlucido,
hurgando la herencia del Quijote
en sus samaritanos raptos de locura.
¡ Quién fuera hoy día juglar, rapsoda,
pregonero andante, aceptador de Dulcineas…!
“…que no le mana, bellaco…”.
Retador de burladores, desfacedor de enemistades,
jardinero en los desiertos.
Este es, señores, mi discurso agreste;
desaliñado comentario, desvencijado andamio,
torre de Babel… laberinto que angustia
cuando el dormir desdobla la conciencia
cernido ancestral en el ensueño…
De veras, de la palabra a la palabra hermanos,
-cuando en el tiempo de mi comarca llueve-
el espejo del agua por las calles copia el paso
y en él me veo regalado de autógrafos y versos
venidos con la lluvia que, pienso,
sea la misma vuestra lluvia…
Rodolfo Enrique Herrera Tapia, autor del poema,
es Socio de Honor de EnR. Vive en Arica, Chile.
