Hoy es

Un Año Nuevo de luz...























A tan sólo unas horas de recibir al nuevo año en nuestros hogares, quiero felicitar a mi familia en Cuba, en América, a mis amigos, tanto a los visibles -con los cuales mantengo un estrecho contacto-, así como a los invisibles- aquellos que una vez me pidieron amistad y después nunca más he vuelto a saber de ellos. No obstante están aquí, y son también mis amigos porque en un día determinado se interesaron por mi, y eso es de agradecer.

Formamos una gran familia virtual, nos contamos cosas… alegrìas, logros, estados de ánimo y hasta enfermedades, y cuando recibimos alguna palabra de apoyo en ese mal momento que estamos atravesando de ese amigo que no sabías, o no te acordabas que tenías, se te ilumina el alma. Por ello, esta felicitación y mi deseo de que tengamos un Año 2018 con salud, prosperidad y alegría, así como para los que se encuentran enfermos en hospitales, en residencias de ancianos, y para aquellos en situación menos favorecida.

¡No quiero a nadie en pijama a las doce de la noche! Hay que arreglarse, perfumarse, y al dar las doce campanadas tener nuestra mente y corazón bien abiertos para recibir todo lo bueno que llegue a nuestra puerta.

Si estáis solos, pensad en mi…Yo lo estarè, pero porque quiero, y así debéis pensarlo todos los que estèis en igual situación. No vale estar triste, o decir me siento muy sol@ esta noche, o estar lamentándose.

¡Estamos vivos!...y doy gracias a Dios por esta bendición. Qué mejor regalo que esperar al Nuevo Año en plenas facultades.

¿Os podéis imaginar al terminar las doce campanadas cuánta energía fluye? Miles de personas estarán abrazándose, besándose y con pensamientos positivos y debemos de estar en completa disposición de ánimo para poder recibirla.

Gracias a todos por haberme acompañado durante todo este año 2017 y tengamos fe, que a veces, los sueños se cumplen.