Buenas tardes a todos y muchas gracias por acompañarnos en esta presentación, gracias a “La ciudad invisible” y a la editorial Maluma. Y, por supuesto a Luna por haber puesto su libro en mis manos para que le presente en sociedad.
Conocí a Luna en el año 2017 durante el encuentro poético- artístico que organiza cada año Ángeles Fernangómez en La Lobera de Gredos. Iba acompañada de su pareja, Rafael Becerra y nos sorprendieron, al menos a mí, con su creatividad y calidad. Rafael hizo una instalación efímera con hojas de otoño muy original y proyectaron un trabajo de ambos el cortometraje “En el reverso de los sueños “que se rodó para el festival Grito de mujer. A partir de ahí hemos tenido contacto al pedirme información sobre Escritores en Red, hacerse, socia y publicar dentro de poco con la asociación su libro “La poesía ha muerto” con ilustraciones de Rafael Becerra, su pareja. Nos hemos ido conociendo poco a poco en diversos ambientes y hace unos días, me propuso presentar su novela. A lo largo de este tiempo en el que he leído su libro y preparado lo que os voy a comentar sobre la novela ese conocimiento ha sido más profundo e intenso y con una serie de peculiaridades bastante notables.
G. Luna Pérez Gastón, (1969, Amorebieta Echano, Vizcaya - España) Diplomada en Magisterio por la Universidad de Málaga.
Miembro de Equipo Lalufa_3, colectivo de artistas multidisciplinares que, desde 2002, investiga sobre el objeto poético tanto en su obra plástica como literaria.
Microrrelatos:
El mueble rojo, en el libro Pervertidos de VVAA, ed. Traspiés, Granada 2012
Poemarios ilustrados:
Poesía jazz, ed. Traspiés, Granada 2013
Poesía mecánica, ed. Alvaeno, Fuengirola 2014
Mundo cartón, libro de artista El_3, Mijas 2015
Making of: poesía y cine, ed. Traspiés, Granada 2016
El Poemario” La Poesía ha muerto” en la colección de Escritores en Red. De próima publicación.
Novela:
El paraguas de Entropía, Ed. Maluma, Madrid 2018
Autora colaboradora con la Junta de Andalucía en el circuito Ronda Andaluza del Libro del Centro Andaluz de las Letras.
Incluida en diversas antologías y revistas literarias.
Colaboradora habitual en tertulias y lecturas poéticas.
El paraguas de Entropía. Ya el título llama la atención.
La palabra entropía representa una magnitud física que indica el grado de desorden molecular de un sistema y define, en cierto modo a la protagonista femenina del texto.
En esencia la novela nos cuenta como dos personas que solo se conocen a través de Facebook entablan una relación diferente que les lleva a recorrer un camino más allá del puro conocimiento convencional.
Entropía tiene como foto de perfil en Facebook a una mujer de espaldas vestida de rojo con un paraguas apoyado en el hombro, ese paraguas está adornado por un cuadro de Jack Vetriano, el mayordomo cantante. En él, una pareja baila en la playa mientras el mayordomo trata en vano de protegerlos de la lluvia. La postura y el bombín impiden ver el rostro del criado que lleva un brazo en alto, el izquierdo. La música se intuye. Hay una doncella que también intenta cubrir a la pareja, parece que tiene frío lleva un sombrero pequeño, blanco que sujeta con las dos manos. Lleva zapatos negros, bajos y a sus pies hay un maletín. En total en la foto de perfil de Entropía hay tres paraguas y cinco personas. Esa foto atrae mucho al otro protagonista de nuestra historia, Santiago.
Santiago es un profesor de Literatura, solitario y tímido. Su vida está perfectamente organizada. Entropía le intriga, espía en su muro y lo poco que puede conocer de ella a través de ese espionaje le atrae. Así que cuando ella le propone a través de Messenger que lea su novela, Álamun, queda con ella para hablar sobre lo que le propone Entropía le escoge porque, según sus propias palabras, quiere como primer lector a “alguien cuya opinión le deje indemne”, sin saber muy bien cómo ni porqué dice que sí y a partir de ese momento, su vida cambiará.
Hay dos relatos. Por un lado la vida y sensaciones de Santiago mientras lee Álamun y por otro la novela en sí.
Santiago comienza la lectura de una novela de la cual la propia autora dice que no posee ni argumento ni nudo ni desenlace, con una cierta incomodidad por haber aceptado el encargo y dar su opinión. Tiene ganas de acabar y se pone a ello como si estuviera corrigiendo un examen o trabajo de sus alumnos. Por otro lado piensa que leer un manuscrito inédito es como hacer el amor con la Literatura y le atrae
La lectura le va atrapando y se encuentra con lo que la autora llama Empatías, acciones que debe realizar antes de continuar avanzando en el texto. Se rebela, no le gusta e incluso intenta no hacerlas pero, a la vez, constata que es incapaz de continuar si no las cumple. Empatía 1 “Coge una piedra y adóptala” “Pide a alguien que te cuente los lunares, si no hazlo tú mismo, busca un grupo de lunares, únelos con un rotulador y pon nombre a tu propia constelación”.
Hace las Empatías, continúa leyendo y va obteniendo conclusiones u opiniones sobre lo que lee. Es un relato correcto, dice, el narrador es un hombre y no es una voz adecuada, hay desorden de ideas, no es una novela, los personajes no tienen ritmo, etc. No le convence pero algo le incita a seguir, queda atrapado, termina de leer y ya no es el mismo. Durante el proceso han ocurrido muchas situaciones internas y externas que le han cambiado y para siempre. No hay vuelta atrás.
Álamun, la novela que le da Entropía, tiene varios personajes, el narrador no tiene nombre, es filósofo y cartero además de No escritor, así se define, en esta novela él no es el escritor es la víctima dice. Por diversas razones pasa parte de su tiempo en La Parada un refugio de transeúntes a los que atiende.
En un momento determinado se ve impelido, instado a buscar a encontrar Álamun, primero por Blas, el ciego(un habitante, por así decirlo , de La Parada) y luego ya es él mismo quien no puede vivir sin buscarlo , sin entrar en Álamun, sentir , experimentar, reflexionar y querer quedarse.
Pero ¿qué o quién, dónde está, cuándo aparece, por qué existe Álamun? Son preguntas que flotan y revolotean en nuestra mente mientras leemos la novela. No hay una respuesta única.
Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio Álamun, y podemos o no coincidir en él con personas, lugares, espacios, paisajes, sentimientos, dolor, ausencia, rabia, indignación, sensación de paz, de armonía o de amor. No sabemos cuándo entramos ni por qué se abre su puerta para que entremos y para que nos vayamos. No controlamos a Álamun pero él tampoco a nosotros. Es una simbiosis perfecta.
En palabras del narrador: Cuando estamos en Álamun Nos convertimos en un organismo escuchador, los pensamientos se unen en un plano diferente de conciencia, la energía se mezcla y no hay límites físicos entre nosotros ni entre nosotros y la naturaleza. Nos convertimos en una biblioteca de cuerpos, hay locura, seres con alas escritas en la espalda, grillos, peces desmemoriados, estados alterados de conciencia pero sobre todo Álamun es la verdad.
Hay dos partes diferenciadas tanto en temática como en lenguaje pero no del todo. Son dos historias paralelas que en algunos momentos se cruzan para después volver a separarse.
El lenguaje y la técnica narrativa es diferente en ambas y las dos presentan perfecta una sintaxis y corrección lingüística. Algo realmente difícil.
La parte en la que Santiago cuenta su proceso de lectura presenta una narración formal, con un lenguaje cotidiano y realista.
Álamun es distinto. En gran parte del relato hay un tipo de Literatura de forma narrativa que se puede incluir dentro del repentismo y del movimiento Fluxus que EL Equipo Lalufa utiliza con frecuencia. Es una escritura asémica, el texto no toma por modelo a la frase convencional pero hay un brote de sentimientos, un goce del lenguaje inaudito. Y múltiples significados dando una gran relevancia al lector. Existen juegos de forma, estructura, estilo y voz. No es el escritor, en este caso Luna, el que escribe el texto sino que este se realiza en la interacción con el lector. Fluxus, significa fluir y se concreta en un modo de vida y de realizar Arte, en este caso, Literatura con absoluta libertad expresiva.
Existe en la escritura de Álamun una especie de código secreto, una redacción hecha a golpe de intuición y un microcosmos que requiere la interpretación del lector. En partes del texto la escritura de Álamun me recuerda al Nonsense, equilibra elementos que tienen sentido con otros que no lo hacen buscando perturbar, alterar la convenciones del lenguaje o del razonamiento lógico. Es un realismo mágico, es su su-realismo, el de Luna.
Habría muchos puntos muchas facetas, muchos elementos que mencionar en una novela tan rica en ellos como El paraguas pero no es esa mi intención ni puedo hacerlo pero, por ejemplo, ¿qué significan o por qué o para qué aparecen con tanta frecuencia peces y lo que en Álamun se llama Borradores? Para mí tienen un sentido para ti o para la autora otro. Eso es Álamun.
Hay imágenes, metáforas etc. increíbles y bellísimas. Como: Las vitrinas son peceras para maniquíes desmemoriados” “La nada camina por mi vacío con tacones de aguja dejando mensajes en Braille” o “La poesía es un baile de azar con las palabras”.
Estamos ante una novela, un libro interactivo, que nos habla, que nos va sugiriendo u ordenando acciones y que si no las hacemos notamos que nos aparta de él. Al menos esa ha sido mi sensación al trabajarlo como encargada de su presentación.
En El paraguas de Entropía cerca de 30 temas musicales, un video “El globo rojo” y una película Love Happens, además del cuadro de Vetriano y cada uno situado exactamente en el momento adecuado del texto, es el exacto para ese momento del relato, lo he experimentado. Nos pide que escuchemos la música, visualicemos el video y veamos la película. Y además Las entropías. Interactúa con nosotros. Nunca un libro me había exigido tanto y había recibido lo que me ha dado.Os recomiendo que realiceis la experiencia.
Por último y no porque no haya mucha más materia artística en “El paraguas de Entropía” sino porque debo terminar decir que Los libros nos cambian. Nunca serás el mismo después de leer uno. No serás el mismo después de leer “El paraguas de Entropía”.
Nosotros decidimos en todo momento. Decidimos si después de leer las primeras páginas continuamos leyendo participando interactuando con las Entropías, la música, el cine, las sensaciones que nos produce, las acciones que nos pide que hagamos, escuchemos o miremos antes de seguir leyendo o simplemente leemos o lo dejamos lo cerramos..
Depende solo de nosotros.
Muchas gracias.
Carmen Fabre