Hoy es

Una del Oeste (I-3)

Capítulo I

3

       Marchaban aprovechando el sigilo y la oscuridad de la noche, y en cuanto clareaba se emboscaban, montaban la guardia de seguridad y se tumbaban a dormir. Don Summer, a los tres días se caía de puro sueño. Al atardecer, cuando estaban todos frente al fuego, tomando el café que les mantendría despiertos toda la noche, aprovechando que estaban casi todos, tomó la palabra y dijo:
       — Debiéramos vestirnos de cow-boys, así pasaríamos inadvertidos y podríamos caminar de día.
       Fueron varios los que apoyaren esta proposición, que no es fácil una marcha así, a contracorriente de lo que el puerto pide. Pero el Capitán Alan Green repuso. 
       — No puedo acceder a eso. Ya os advertí que sería peligroso. Lo que hacemos es una acción de guerra y hemos de ir vestidos con nuestro uniforme. Si somos sorprendidos y apresados lo seremos como soldados y no como maleantes. Aún estáis a tiempo. El uso de otro uniforme supondría una traición y no debemos ser traidores ni aun a nuestros enemigos.
       No se atrevieron a insistir, aunque no estuvieran de acuerdo. Billy Joel echaba de menos un buen revólver. El tenía en su casa, heredado de su padre, un estupendo Colt. Con él se sentía seguro en cualquier lado, con él iría hasta el mismo infierno si hacía falta. Lo mismo le sucedía a los otros soldados.