heridas por la nieve.
Atrás, se va quedando
la sombra de tu sombra,
mientras luce el interior de tu castillo
Mujer de las vanguardias,
yo te miro,
y quiero retenerte entre mis horas
pues mis manos se acostumbran a tu fe,
y me alejo de la orilla del abismo,
Incrédulo de mí,
siento a cada paso
como va creciendo tu cosecha
pues mis ojos se despiertan con tu luz
que derrota la noche, y el dolor.
Porque veo entre tanto oscuro
la claridad de tu palabra
te mantengo en el recuerdo
desde siempre,
Pues no es tierra de Castilla la que olvida,
ese silencio de tu Dios en el camino.
Tengo sed,
esa sed que me atormenta,
Esa sed que no se agota,
Esa sed
que me envuelve en el dolor y me sostiene
sed de amor,
esa sed que me deja rota el alma
y que me mata
Esa sed de tus moradas
XXI PREMIO DE POESÍA SANTA TERESA DE JESÚS
DEL HOGAR DE ÁVILA EN MADRID 2017
FORMA PARTE DEL POEMARIO
INEDITO Y HOMONIMO DE ESTE AUTOR.