Hoy es

Cancerbero



En esas tierras de Ávila,
donde la piedra guarda la memoria,


Allí se esconden
viejas estatuas de luz adormecida


Y me hablan
desde el silencio de su voz,
de aquella vida que ya no recuerdo.


Es mi vida, y el cancerbero la protege,
es mi sombra
y se esconde a diario entre sus lunas.


Son mis torres, mis campanas
y apenas oigo el sonido de sus pasos.


Se me acercan,
y se dilata la memoria


Me traspasan,
y el sueño eterno se me agota








El poema es de 
José María Garrido de la Cruz