Trapos que atusan la tristeza
que envuelve las ventanas sin cortinas.
Todas, estén o no deshilachadas
esconden más de un drama en su entretela.
Levantan las pasiones como nadie,
solo bailan si el aire lleva el paso
"Oé, oé, oé, oé"Saben que su lugar es la azotea,
junto al belén dormitan todo el año
y les gusta salir de su escondite.
De vez en cuando, viajan, van en metro,
se besan entre ellas en las plazas,
se visten de mantilla, van al cine,
lloran a media asta en los entierros.
Sueñan con ese tiempo ya perdido,
de poder dar más brillo a sus colores.
Algunas de ellas
aspiran a ser telas de diseño
y vestir algún santo que se deje.
Tiempo de reciclar.
Otras, poco prometen,
que hay mucha tela que cortar entre sus filas
y mucho juramento hecho jirones.
que envuelve las ventanas sin cortinas.
Todas, estén o no deshilachadas
esconden más de un drama en su entretela.
Levantan las pasiones como nadie,
solo bailan si el aire lleva el paso
"Oé, oé, oé, oé"Saben que su lugar es la azotea,
junto al belén dormitan todo el año
y les gusta salir de su escondite.
De vez en cuando, viajan, van en metro,
se besan entre ellas en las plazas,
se visten de mantilla, van al cine,
lloran a media asta en los entierros.
Sueñan con ese tiempo ya perdido,
de poder dar más brillo a sus colores.
Algunas de ellas
aspiran a ser telas de diseño
y vestir algún santo que se deje.
Tiempo de reciclar.
Otras, poco prometen,
que hay mucha tela que cortar entre sus filas
y mucho juramento hecho jirones.