Ginkgo Biloba- Foto Ana Galán Vigo
Ruego a la lluvia
que empape tus labios
y abra la boca
de las raíces sedientas.
Qué beban del color,
qué te anillen la vida,
y calmen tu alma.
Hoy quisiera hacer
de mis dedos un peine
que alisara despacio
la curva que urde el tiempo.
Aunque las hojas te vuelvan la espalda,
d
é
j
a i
l r
a s
s e
Sin darte cuenta
despierta el verde
y abre el cofre de los sueños dormidos.
Si abandonas el dolor del silencio,
otra vez serás tú
en el espejo
de cualquier primavera.